La gestión de Nicolás Maduro se ha empeñado en mostrar un manejo perfecto de la pandemia de SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa, COVID-19. Sin embargo, en su afán de control dejaron un cabo suelto: que la curva de decesos evoluciona en paralelo con la de casos positivos, es decir, si aumentan los contagios, aumentan las muertes.
