La falta de acompañamiento técnico, económico y humano al productor de cacao ha mantenido invariable la cosecha nacional durante los últimos 20 años, en torno a las 17.000 toneladas. Los expertos lo afirman sin ambages: mientras el productor sea el último eslabón de la cadena en términos de apoyo y beneficios, el incremento de la producción seguirá siendo una meta irrealizable.
