El estudio 2013 sobre las mejores empresas para el liderazgo de Hay Group demostró que las líderes son aquellas que pueden conjugar eficiencia operativa con innovación
Gitanjali Wolfermann @GitiW
La consultora internacional Hay Group realizó su octava entrega anual de las mejores compañías para el liderazgo. El evento realizado en Caracas contó con las ponencias de Marvi Cova, Gerente de RRHH de Nestlé, organización que ocupó el puesto 14 en el ranking global, de Mariela Rodríguez, HR Manager de Citibank, que se ubicó en la posición 18 y de María Guinand, Directora de Gestión de Gente de Empresas Polar, organización que recibió un reconocimiento especial.
Regina Quintero, líder de consultoría de Hay Group, señaló que el estudio de este año se enfocó en las fortalezas de las compañías ambidiestras, ya que se evidenció que esta era una cualidad diferenciadora de las empresas del top 20 global y del top 10 regional. “Ser una organización ambidiestra significa desarrollar la capacidad de manejar exitosamente dos procesos en paralelo: la operatividad y la innovación”.
De acuerdo al estudio presentado, muchas empresas se enfocan en fortalecer un área en detrimento de la otra. En la práctica, cuando las organizaciones invierten recursos en el desarrollo de nuevos productos y servicios, tienden a descuidar la operatividad de las líneas ya existentes. Asimismo, cuando se concentran en mejorar sus procesos productivos, tienden a relegar la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Se afirma en el estudio que de cara a los cambios bruscos en el mercado actual, ser una compañía ambidiestra es, más que una fortaleza deseable, una estrategia de sobrevivencia, ya que le permitirá a la organización ofrecer al cliente productos y servicios con la calidad esperada, a la vez que se invierte en desarrollar lo que ofrecerá en el futuro a corto, mediano y largo plazo.
Cinco prácticas que promueven la innovación
El análisis de las empresas del ranking global y regional presentado por Hay Group, permite identificar cinco prácticas que fomentan la innovación significativa, a través de acciones concretas de los líderes de la organización. En primer lugar, la data revela que 73% de las empresas del top 20 global, promueven activamente el liderazgo de cada persona, independientemente del nivel en el que esté.
Quintero señala que esta práctica permite una mayor agilidad organizacional, tanto en la toma de decisiones diarias que garantizan la adecuada operatividad, como en la creación y desarrollo de nuevas ideas.

En segundo lugar, las empresas del ranking se caracterizan por ser proveedoras de talento. Quintero apunta a que empresas como Unilever, IBM y Procter & Gamble, ejecutan acciones que permiten el desarrollo de nuevos líderes. “La capacitación para el liderazgo se hace desde muy temprano, esto es, desde niveles de supervisor medio y manager de departamento. De esta manera se garantiza que la persona estará mejor capacitada al momento de asumir cargos de mayor responsabilidad”.
Comenta además que esta capacitación es asumida muchas veces por los líderes con mayor antigüedad dentro de las organizaciones, en la forma de mentoring y coaching, lo que permite compartir no solo conocimientos técnicos, sino también los valores que forman parte del buen hacer de las empresas.
En tercer lugar, 82% de las mejores empresas ofrecen recompensas basadas en rigurosas mediciones de desempeño de los objetivos. El estudio demuestra que las organizaciones que reconocen y celebran los logros tienen equipos más productivos y enfocados, haciendo más fecundo el terreno de la innovación.
Otra práctica diferenciadora de las empresas del ranking 2013, es que 89% de ellas estimulan a sus empleados a que fijen objetivos desafiantes.
Como quinta práctica, se identifica que 90% de las empresas galardonadas cree que la supervivencia de sus firmas, depende de la adaptación a las tendencias cambiantes del mercado, lo cual las lleva a fomentar en sus líderes la capacidad de anticipar las necesidades de sus clientes, como base para el desarrollo de nuevos productos y servicios.
Empresas venezolanas: el foco está en la operación
El estudio de Hay Group reveló que las prácticas de las empresas venezolanas en relación a la excelencia operativa, están al nivel de las mejores organizaciones regionales. Quintero señala que esto se explica, entre otros factores, por la existencia de un contexto complejo y en gran medida adverso, en el cual la optimización de los recursos disponibles es una característica que predomina en el empresariado nacional.
“Observamos que los líderes locales se enfocan en ejecutar las líneas establecidas de negocios para operar de forma rentable. Asimismo, se suele premiar el logro de los objetivos dentro de los presupuestos asignados”, afirma la representante de Hay Group.
Destaca Quintero que dentro del contexto nacional la innovación suele aplicarse a mejorar los procesos de producción, a fin de hacerlos aún más eficientes. “La meta de la empresa venezolana es responder a las necesidades del mercado con los productos y servicios existentes, no a través del desarrollo de nuevas líneas, lo cual implica una inversión mayor de recursos en investigación”.
No obstante, Regina Quintero apunta que hay compañías venezolanas que están manejando paralelamente sus procesos operativos e innovadores de forma exitosa, generando propuestas de valor para el consumidor. Tal es el caso de Empresas Polar, que con 120 votos de sus pares –otras empresas nacionales- se hizo acreedora de un reconocimiento especial durante el evento de presentación de resultados.
El reto: cerrar la brecha entre la excelencia operativa y la innovación
El estudio revela que 94% de las empresas del ranking, se caracterizan por permear los valores de la organización a todos los niveles. “Los líderes más capaces no solo están invirtiendo tiempo en señalar los objetivos a sus equipos, sino en definir a través de cuáles comportamientos se deben alcanzar dichas metas”.
Al respecto, Quintero afirma que esa formación en valores es clave para lograr equipos de trabajo más sólidos, alineados con la visión y misión de la organización. Apunta además, que aunado a esta formación se deben implementar mecanismos que permitan gestionar el desempeño de la gente.
“Una vez que cada persona sabe lo que tiene que hacer y cómo debe hacerlo, es importante que la organización reconozca los logros obtenidos”. De la misma manera, advierte que es vital que las empresas mantengan su capacidad de gestionar las consecuencias de la no obtención de los resultados esperados, y de las razones que motivan las fallas.
“El impacto de la conducta de cada empleado es determinante para el éxito de una organización, de allí que sea imperativo para las empresas ser capaces de gestionar las consecuencias de los logros y los fracasos. Es una acción con una inversión mínima, que sin duda generará a la larga grandes ganancias”.