Jesús Casique: sin entendimiento vamos directo a la confrontación

  • Las expectativas en torno a los cambios que puedan promoverse desde la Asamblea Nacional en materia económica son enormes, quizás desmedidas habida cuenta de que mucho dependerá de la actitud que asuma el Ejecutivo
  • De cara al 2016, el economista Jesús Casique maneja dos escenarios y ambos dependen de decisiones políticas: si Maduro radicaliza o dialoga

Gitanjali Wolfermann @GitiW

Jesús Casique dedicó los últimos cuatro meses de 2015 a recorrer el país en conjunto con actores como Consecomercio y Fedecámaras, explicando en foros y conversatorios no solo las causas de la debacle económica, sino las propuestas que más de 60 economistas han presentado al Ejecutivo en dos ocasiones. En efecto, este fue un año electoral, pero uno en el que “prevaleció la economía”, afirma Casique. Esa experiencia de contacto directo con diversos sectores del país lo resume en una sola interrogante: ¿Cuándo vamos a salir de esta crisis económica? Reconoce que la gente está desesperada por soluciones que alivien las consecuencias de la crisis, pero aclara que en economía, “no se puede hablar de un tiempo determinado para que se acabe la crisis”. Menos aún con un contexto político cuyos bandos son ideológicamente antagónicos.  

“El pueblo ya no cree en las soluciones inmediatas, en parte porque el liderazgo de Maduro no tiene la credibilidad de la que sí gozó el liderazgo de Chávez”, sostiene. Esos meses de gira nacional le sirvieron para entrever lo que luego demostraría la masiva votación del 6D, esto es, “que la gente está hastiada de este discurso agresivo y hostil de Maduro; y que existe un enorme rechazo al modelo económico del Socialismo del Siglo XXI”. Modelo que ha traído, entre otras consecuencias, un crecimiento sostenido de la inflación: 56,2% al cierre de 2013; 68,5% en 2014; y este año, pese a la opacidad de las cifras por parte del BCV, Casique estima que cerrará alrededor de 240%. 

La palabra clave de estas elecciones fue cambio, sobre todo en relación al desempeño económico del gobierno. Sin embargo, durante la semana que siguió a las parlamentarias, el discurso del presidente mantuvo el tono intransigente, ese que busca constantemente la confrontación. ¿Qué panorama económico perfila Ud. para 2016?

Economista venezolano Jesús Casique

La testarudez del gobierno nos podría llevar a un 2016 con más cierre de empresas, mayor desempleo, mayor inflación y a una depresión económica impresionante. La contracción de 2015 fue de 10%; y en 2016 podría caer incluso más allá de 20%. No obstante, quiero insistir en algo: hay dos escenarios posibles y ambos dependen de decisiones políticas: si Maduro radicaliza o si dialoga; y en política no podemos descartar ningún desenlace. A favor del primer escenario está el problema ideológico del gobierno, que le impide aceptar negociaciones; ahora bien, la nueva Asamblea Nacional, con su contrapeso político, podría forzar el escenario más favorable. Creo que debemos esperar el primer trimestre de 2016 para evaluar cuál de los escenarios cobra fuerza; lo que está claro es que sin entendimiento entre ambos poderes, vamos directo a la confrontación. 

Las probabilidades de rectificación lucen remotas, por un lado están los radicales del gobierno que ven el diálogo como un acto de traición; por el otro están los pragmáticos que no quieren que el barco se hunda con ellos adentro. Para beneficio de la argumentación, ¿qué medidas cree que podría tomar Maduro para enviar señales de apertura al cambio? 

– La única medida inmediata que puede tomar el gobierno es la generación de confianza, pero tengo mis dudas porque veo que el discurso tras el 6D es incluso más hostil. La verdad es que yo veo una lucha de titanes. Ahora bien, repito que hay que esperar a ver qué ocurre durante el primer trimestre del año, ya que si Nicolás Maduro acepta el diálogo con la Asamblea Nacional y busca generar confianza a través de la promoción de la transparencia, por ejemplo, no impidiendo que el BCV publique las cifras, lo cual es un mandado constitucional (Art. 319 y 320); le enviaría una señal positiva al mercado. 

Para hablar de cambios en el modelo económico hay que entender que muchas decisiones dependen del Ejecutivo, entre ellas, desmontar el control de cambio. Si más allá de lo que proponga la nueva Asamblea Nacional, Maduro asume que debe generar confianza en vista de que ya no consigue recursos, el panorama será distinto; mas si la decisión es otra y persiste en la hostilidad y la radicalización, vamos directo a un gran conflicto que generaría en 2016 una crisis de enormes magnitudes, es decir, mayor inflación y una pérdida enorme del poder adquisitivo. Creo que tendrá que negociar porque sus propias bases se lo van a exigir y además porque se le están agotando los márgenes de maniobra financieros.

Entre la caída de los precios del petróleo y de las Reservas Internacionales, la situación luce muy crítica; y a juzgar por el tono lastimero de Maduro al quejarse de que nadie quería refinanciar la deuda venezolana, uno se pregunta si el gobierno entiende por qué llegamos a este foso y, más importante aún, si tiene idea de cómo sacar al país adelante…

– Venezuela es el país con el peor desempeño económico del mundo; con la mayor inflación y el mayor déficit fiscal, que este año debe cerrar alrededor de 22% del PIB. Agrégale que el riesgo país asciende a 2649 puntos, superando al de Ecuador que se ubica en 1269 y al de Argentina que cerró en 490. Nunca habíamos experimentado una crisis de esta magnitud. Los inversionistas ven esos indicadores y comparan dónde es preferible hacer negocios. Miran toda la región y se dan cuenta de que en Brasil la inflación acumulada entre enero y noviembre de 2015 es de 8,5%; en Perú es de 3,7%; en Ecuador de 3,2%; en Uruguay llega a 10,4%; en Bolivia a 2,8%; en Colombia a 6,1%; en Chile a 4,4%; y en Venezuela suma 219,4%.

Los inversionistas también revisan el informe de Doing Business, que señala que para abrir una empresa en Colombia se requieren 8 procedimientos y 11 días; en Perú toma 6 trámites y 22 días; y en Venezuela hay que completar 17 procedimientos y esperar 144 días… así cómo va a haber confianza en el país. Esto es muy sencillo: la economía siempre pasa factura. Ya no hay opción de seguir aplicando un modelo primitivo que se mantuvo únicamente gracias a los precios del petróleo; hoy llegaron las vacas flacas y el barril promedia los $45. Por cada dólar que cae el barril, el gobierno deja de percibir alrededor de $700 millones. Estamos hablando de una economía muy vulnerable. Toda nuestra economía depende de los precios de dos commodities: el oro y el petróleo; es evidente que nuestra situación es muy precaria.  

Tomando en cuenta el sombrío panorama económico, no parece gratuito que José Guerra haya ganado su curul en una zona otrora fiel al chavismo. ¿Indicaría esto que la sociedad, aun la que se suponía más cercana ideológicamente al gobierno, he entendido la importancia de devolverle el manejo económico a los que saben del tema? 

Diputado José Guerra en reunión con vecinos de la parroquia El Valle

– Eso está clarísimo, el voto castigo fue durísimo y el triunfo de José indica que la gente quiere cambios en el modelo económico. Guerra optó por la vía política, pero hay que recordar que un grupo importante de economistas lleva dos años presentando propuestas al Ejecutivo en materia de política fiscal, política monetaria y petrolera. ¿Qué ha hecho el gobierno? Nada. Maduro estimó que si hacía algo iba a perder las elecciones y prefirió correr la arruga; igualito perdió y ahora quedó en una situación en la que le tocará negociar. Creo que si Maduro no cede al diálogo, el panorama será aún más devastador. 

Las expectativas acera de los cambios económicos que puedan promoverse desde la Asamblea Nacional son enormes, algunos dirán que incluso son desproporcionadas habida cuenta del peso que tiene el Poder Ejecutivo. ¿Qué acciones podría tomar el Poder Legislativo para iniciar el largo camino de la reconstrucción económica?

Sin duda que lo más importante es retomar la rendición de cuentas a la Asamblea Nacional y acabar con la opacidad en la información económica. Deberán exigir el cumplimiento de los artículos 315, 319 y 320 de la Constitución y del Art. 31 de la Ley del BCV. Nótese que la aplicación de esos artículos podría conllevar a la remoción del Directorio del BCV, el cual es designado por el presidente… está claro que por ahí vendrá una lucha de poderes; pero esa lucha hay que darla porque es imperativo lograr la autonomía del BCV; que deje de ser un organismo subordinado a Miraflores. Cuando hablan de guerra económica no dicen que el BCV ha financiado a Pdvsa por más de 10 veces el valor de las Reservas Internacionales, incrementando la liquidez monetaria en 98%… dime, así cómo iban a controlar la inflación. 

No va a ser una tarea fácil la de la Asamblea porque el gobierno generó un tinglado de leyes que va en sentido contrario al crecimiento. Considero que la primera que debería derogar es la Ley de Precios Justos; también tendrán que revisar la Ley del BCV; la LOTTT; la Ley de Inversiones Extranjeras; la Ley de Expropiaciones; y todas las leyes del Poder Popular que violen la Constitución. Todo este trabajo tomará meses, incluso años. 

El momento de las interpelaciones llegará y conoceremos las cifras y demás indicadores económicos que por ley siempre debieron ser de carácter público. ¿Qué cree Ud. que pasará una vez que confirmemos lo que todos los economistas llevan tiempo especulando?

– Conocer los indicadores económicos servirá para evidenciar que se le ha mentido al país. Cada vez que el presidente aprueba un incremento salarial por decreto, sin que la gente conozca las cifras de inflación, podría estar mintiéndole a la gente haciéndoles creer que ese aumento está por encima de la inflación cuando no es cierto. Insisto, creo que vamos hacia un choque de trenes. La confrontación de poderes va a ser muy fuerte; durante 17 años todos los poderes estuvieron a la orden de Miraflores. Es la primera vez que tendremos un contrapeso político real.  

La Asamblea Nacional tendrá que darse su puesto porque el pueblo votó por un cambio y tiene el mandato de aplicar las reformas que el país requiere. Repito, yo veo una implosión dentro del chavismo ya que si el presidente acude al diálogo, el ala más radical se sentirá traicionada; pero si no lo hace, el sector más pragmático se lo va a reclamar porque estará llevando al país a una situación económica muy grave. Muchos chavistas votaron porque están hartos de las colas, de la escasez y de la inseguridad; quieren cambios. La actitud de Maduro revela que nunca estimó que ese cambio en la correlación de fuerzas podría darse. 

Finalmente, está claro que la Asamblea Nacional podrá allanar el camino para la recuperación económica, pero preocupa que la terquedad del gobierno tranque el juego… 

– El problema es que los dos bandos tienen visiones políticas irreconciliables: el gobierno con su proyecto socialista marxista; y la oposición con una visión de apertura de mercado. Yo soy partidario de esperar al primer trimestre porque en el juego político pueden ocurrir sorpresas. Decir ahora qué va a ocurrir es muy difícil, en lo personal, yo no veo a Maduro dando su brazo a torcer; tampoco veo a la nueva Asamblea Nacional decepcionando a la gente que le dio su confianza; veo a los diputados recién electos muy firmes, muy ecuánimes, con un discurso de respeto y tolerancia y, sobre todo, dispuestos a negociar. No han pisado el peine de la agresividad. Creo que el Ejecutivo tiene el juego trancado… ¿qué señales transmite un presidente que a priori dice que no aceptará reformas que emanen del Poder Legislativo? Hay que esperar a ver si ocurre un cambio en los niveles de hostilidad del Ejecutivo. La primera señal la veremos muy pronto con la designación de los nuevos ministros: si son más radicales que los salientes entonces ahí sí puedes proyectar que vamos directo a una confrontación. Una verdadera lucha de titanes.

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