Making Sense is the place to find all the published work, as well as some inédit pieces, written by Venezuelan journalist Gitanjali Wolfermann
A propósito del Día de los Derechos Humanos, Runrunes analizó siete casos emblemáticos de prisión política que dejan al descubierto que el poder Judicial siempre repite la misma secuencia violatoria de derechos fundamentales, lo cual podría constituir un delito de lesa humanidad.
Así como el 6D del 2015 estuvo impregnado por la esperanza de cambio, el evento antidemocrático del 6D de 2020 dejará todos los poderes públicos bajo el control del chavismo.
La gestión de Nicolás Maduro se ha empeñado en mostrar un manejo perfecto de la pandemia de SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa, COVID-19. Sin embargo, en su afán de control dejaron un cabo suelto: que la curva de decesos evoluciona en paralelo con la de casos positivos, es decir, si aumentan los contagios, aumentan las muertes.
En su intento por desautorizar el informe de la Misión Independiente de la Organización de las Naciones Unidas y zafarse de los señalamientos de violaciones generalizadas y sistemáticas de derechos humanos, el gobierno venezolano recurre a tácticas habituales: afirmar que el informe tiene fines políticos, invalidar técnicas forenses de análisis de datos, malinterpretar leyes internacionales y demostrar su incapacidad para respetar los pasos del debido proceso de justicia.
La Corte Penal Internacional tiene desde 2018 un expediente sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno venezolano durante las protestas de 2014 y 2017. Expertos estiman que el reciente informe de la Misión independiente de las Naciones Unidas podría servir para fortalecer dicho expediente y acelerar los tiempos de respuesta del organismo.
Expertos en salud mental afirman que quienes mejor han sorteado la crudeza del confinamiento han sido aquellos que han encontrado dentro de sí, las herramientas emocionales para adaptarse a la nueva realidad y han transformado su casa en un espacio para el autocuidado y la reinvención.
Con 30,31% del total oficial de fallecidos, Venezuela es el país que más muertes registra del personal de salud.
A diferencia del anonimato al que la gestión de Nicolás Maduro ha relegado al personal de salud fallecido por COVID-19, pues en sus informes diarios rara vez se mencionan y ni siquiera se suman a las estadísticas oficiales, en este especial presentamos sus nombres, fotos, profesión y una breve biografía.
Ambas naciones llevan más de veinte años bajo el yugo de regímenes autocráticos, con un amplio récord de violaciones de derechos humanos y sanciones internacionales.
La exposición a pacientes que en apariencia están sanas pero que podrían ser casos asintomáticos de COVID-19 está entre los principales riesgos para estos especialistas.
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